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Me fui
Consigna: Escribir una carta de despedida Ya no estoy en casa y obviamente lo sabés porque me leés desde esta nota cobarde que dejé por la mañana, en la mesa de la cocina, cuando saliste a trabajar. No me atrevo a hacerlo de otra forma, no puedo decirte en la cara que me voy, que ese lugar compartido ya no me pertenece. Que me cuesta pedirle a mi boca que sea responsable de esta decisión, ordenar las ideas para exponerlas de un tirón sin dejar que me interrumpas; porque vas a intentar que no lo diga, que ni se me ocurra decirlo, entonces llegarían tus mil formas ordenadas de explicar…
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Soldados
Me levanto cada mañana dispuesto a luchar. A las 6 se escucha un gallo –aún no puedo descubrir a cuál de mis vecinos pertenece, y se renueva la incógnita de cómo es posible que escuche un gallo desde el piso 12 de mi urbanizada aldea–, justo cuando muevo la mano en la oscuridad para apagar el despertador. La mayor parte de los días suelo deslizar el botón hacia pausa, snooze, “otro ratito”, que me da diez minutos más de sueños y esta rutina lleva cerca de una hora. Sobre las 7, estoy listo para la batalla diaria. Con gran decisión bajo mis pies de la cama buscando las pantuflas de…
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La foto del medio
La heladera, por todos sus lados está cubierta de boludeces: stickers, imanes de deliveries, dibujos, números de teléfono escritos a mano, souvenirs de viajes y fotos. Se solapan unas con otras y pueden verse restos, fracciones de nuestra historia. Algunas veces, cuando voy a buscar algo, sobretodo si es de madrugada y me desperté con ganas dulce, antes de abrir la puerta me quedo un rato ahí, como si la imagen se congelara, con la mano en la manija, recorriendo esos fragmentos y trato de asociarlos a algún recuerdo. Hoy me detuve en un pequeño triangulito celeste, que asomaba debajo del imán de la cooperativa de verduras orgánicas. Tiré de…
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De la costumbre
Trabajo sentado a una mesa, en una habitación en la parte de atrás de un lugar. Al costado, lindero con el vecino de la izquierda, pero en el techo, hay unas turbinas o algún tipo de motor que está prendido cuando llego y creo que alguien lo apaga bastante más tarde de la hora en que me voy. No sé muy bien qué función cumple, pero no me preocupa, lo mío son las cuentas. Todo el día ahí sentado haciendo cuentas. De tanto en tanto se asoma Eva a la puerta para preguntar algo. Se sostiene del picaporte, mete medio cuerpo hacia adentro, dice lo suyo, le respondo, sale y…
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La Colombiana
Una vez me pregunté si muchas de las cosas que hago todos los día son rituales o hábitos. Me pregunté también si esos actos son los que me definen, los que me me ubican en el momento histórico en el que estoy ahora. Si yo, tal como soy o tal como discurren las horas de mis días, ese yo, está moldeado por la construcción inconsciente de esos hitos entre una hacer y el siguiente. Porque de algo me di cuenta y es el hecho de que estas prácticas son preparación o epílogo de una tarea determinada. Entonces comencé a hacer una lista de algunos que pude reconocer de inmediato. Estaba…
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#amarillo
Mi número es el 4. Todavía faltan tres días para el miércoles, que es cuando puedo salir según la terminación de mi documento. Así lo dispuso el Ministerio Nacional, un sistema de salidas fraccionadas, de acuerdo a dicha característica, en las cuales los ciudadanos pudieran establecer un contacto social pleno en todas sus actividades: trabajar, estudiar, recrearse u otras obligaciones que requieran de presencia física. Una estrategia para mitigar los contagios, que, según dicen, fue adoptada de experiencias similares en algunas ciudades europeas. Como en casa somos unos cuantos, y sólo dos comparten terminación de DNI, nos organizamos bastante bien para poder cumplir con nuestras necesidades del exterior. Isabel hoy…
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Peltre
Siempre es otro. Con el paso del tiempo, cada vez otro y fueron muchos. En el día a día siempre es otro también. Como dijo Heráclito, nadie apoya el cigarro dos veces en el mismo cenicero o se baña en el mismo río, que es casi lo mismo. Desde que me acuerdo siempre hay uno cerca, a una distancia suficiente como para que no haya que estirar el brazo demasiado, ni para voltearlo en un movimiento descuidado. Aunque esto último también ha pasado muchas veces, entonces, el desparramo, las colillas tiradas por todos lados y la ceniza incontrolable cubriendo el piso. Y si era de vidrio o cerámica, la tragedia…
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Francine
La noche no fue lo que esperaba. Ya el último té, antes de irme a acostar, estaba tibio y muy armargo. Suelo poner en un jarro un litro de agua y las hebras suficientes, lo caliento durante el día cada vez que quiero tomar un poco, así que al final de la jornada eso es un concentrado que desafía a las gargantas más tolerantes. Cuando terminó la película de mierda que estaba viendo, arrogante y eterna, me fui a acostar; algo me impide dejar las cosas por la mitad, no sé si es neurosis o fe y con las películas me pasa lo mismo. Pienso: alguien que tuvo todo ese…
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El hecho
El milagro es haber sobrevivido. Cuando se levantó esa mañana sintió de inmediato que algo iba a suceder ese día, algo distinto, de otra dimensión. Algo que ni siquiera había imaginado antes. Que no estaba en su vocabulario de anhelos ni desgracias. Un hecho nombrado con una palabra que nunca se hubo pronunciado antes, ni leído, ni escuchado. Salteada por completo en su enumeración diaria de nuevos términos. Claro, ausente por ignota, por desconocida. ¿Cómo se construye una palabra? ¿Cómo se nombra un hecho? Si algo ocurre como una sumatoria de diversos avatares que no se han conjugado antes, es un hecho nuevo y necesita un nombre. ¿Quién es el…
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Cello solo
La Suite Nº IV había terminado. En medio de los aplausos el cellista hizo una pausa para tomar agua. Aprovechó ese momento para ir al baño y resolver una urgencia que le impedía disfrutar del Bach más profundo. El lugar estaba a oscuras. Creyó que las luces se iban a encender automáticamente cuando entrara pero no sucedió. No tenía tiempo de buscar la llave y tanteando con los brazos extendidos buscó en la fila de cubículos privados y entró en el primero que encontró abierto. Se quitó el saco, bajó sus pantalones, se sentó. Comenzó a mirar en el celular los mensajes que podrían haber llegado durante el rato que…