• Haiku,  Poesía

    Sea dicho

    –Haikus No amaneceráAun cuando el breve sueñoAntes del alba Si ayer te he vistoNavegando en mis díasHoy no me acuerdo Íntimo velloArrastra más al varónQue par de bestias En agua turbiavan los peces; confundenred con abrigo De bíblico astroAlimento granjeaEl desdentado Angel caídoPor añoso sabe másQue por diantre No se habrá de ojearSi el corcel es obsequioSu propia muerda De mucho abrevarEl ánfora en la pilaSe quiebra al final La boca que el pezAbre indiscriminadaEs su propio fin Agosto, 2020

  • Relato

    Secreto

    La noche del sueño fue turbulenta, atravesada por pensamientos, ideas, fotografías oníricas, una atrás de otra; varias veces tuve que levantarme para ir al baño y al volver a la cama, sumergirme de nuevo en la oscuridad profunda de los ojos cerrados me costaba. No puedo decir cuánto me costaba, cuánto duraba esa incomodidad. Las noches tiene huecos sin referencias; no es posible medir el tiempo que transcurre entre que aparece una imagen/idea/pensamiento y el momento en que se pierde la consciencia. El último atropello del inconsciente que toleré fue el de las cinco. Afuera todo era oscuridad de madrugada invernal y luego de algunos breves intentos, encendí la luz,…

  • Relato

    No fue la lluvia

    Ese día, estabas afuera, en una de las mesas de la vereda. Adentro, yo leía en el salón, porque nunca me gustó el frío aunque tuviera ganas de fumar; me frotaba las manos que no entran en calor y el mozo, flaco y alto con vozarrón áspero decía que en cualquier momento se viene la lluvia, que este viento lleva tormenta y las hojas sobre tu mesa se desordenan, no están numeradas y se amontonan de cualquier manera. Seguís escribiendo; la catorce quedó arriba del resto, la veinticinco voló y es inalcanzable o tampoco la querés ir a buscar. La mirás mientras te subís el cuello del saco grueso de…

  • Relato

    Mood

    Las horas del día tienen su mood, su estado anímico, como dice la traducción literal, pero mood me suena tan concreta para lo que quiero decir que me es difícil evitar ese anglicismo que nos supimos apropiar. Son más bien los momentos del día, no tanto las horas en sí. Las noches, por ejemplo, son melancólicas, bajan los recuerdos, las palabras pendientes, los anhelos incumplidos y el vino que se hace cargo de poner todo en duda. Las tardecitas tienen la amabilidad de lo cotidiano e impostergable, el plan de cena, el aperitivo obligado y el recuento de la jornada. Después del almuerzo, se puede sentir la ansiedad del medio…

  • Relato

    Método para cortar una cebolla y no llorar (*)

    Nunca voy a olvidar la manera en que pelabas una cebolla. No cómo la cortabas en trozos bien finos, o cómo los separabas antes de echarlos al sartén donde el aceite hervía furioso. No cómo elegías cada una del puñado de gigante que había dentro del canasto. Ni cómo me mirabas mientras trabajabas con tus manos a ciegas, como si supieras, como si las manos supieran lo que debían hacer a continuación y de nuevo a continuación. Y me seguías mirando mientras hablabas, efervescente, decidida, con vehemencia: Luego de trazar la línea meridional con el cuchillo afilado y después de dejarlo sobre la tabla de madera desgajada, la tomabas entre…

  • Poesía

    Semilla

    El azar malogrado, esquiva el desenlace. No aparece la fe, y la búsqueda del presagio interior demuele con creces lo que nunca había sido. Silba la noche, distiende el músculo. Sumerge al sueño minucioso. La mañana inevitable arroja una semilla a sus pies. 2017

  • Poesía

    Poesía del árbol

    La cuerda sostiene el verbo inspirado. Mientras el sol tiñe la tarde, el payaso confunde la lucha con las pasiones. Si todo el mundo ríe la batalla está ganada. 1.VII.17

  • Relato

    Miranda

    Miranda todavía no ha tomado una decisión. Apoyada en el marco de la ventana del antiguo departamento del primer piso, mira hacia la calle mientras fuma un cigarrillo, que, según le había dicho a Urco alguna vez cuando intentó convencerla de que abandonara el hábito, la relajaba y le permitía concentrarse. El gesto de su cuerpo entero, el brazo doblado con la mano sosteniendo su cabeza y el otro extendido hacia el vacío, palma arriba y el cigarrillo entre sus dedos que echaba círculos de humo, parecía confirmar su argumento. Así como la mirada perdida, el ceño fruncido y la brasa que se acercaba hacia la piel de sus dedos,…

  • Relato

    Hércules

    El arco un día estuvo completo. Bajo todas las mañana por Pueyrredón, cerca de las 9, con una mano en el bolsillo del pantalón y la otra sosteniendo mi cigarro. Mirando al piso, siempre. Al llegar a Libertador, levanto la cabeza para encontrar con la mirada el momento preciso en el que la marea me deje cruzar ese río de fervor urbano. Es una esquina compleja, plazoletas pequeñas aquí y allá, pasos de cebra que obligan a hacer recorridos más largos para llegar al mismo destino, todo eso que intentamos evitar… los días de mayor fortuna, el movimiento se hace tan fluido como alzar la cabeza, mirar hacia la izquierda,…